Los jarreros, y muchos visitantes, demostraron su devoción por la patrona de Haro, en uno de los actos más emblemáticos de estos festejos patronales.

El recorrido fue el habitual, tras partir de la Basílica de Nuestra Señora de la Vega. Los priores y mayordomos de las tres cofradías de Haro, entre otras autoridades civiles y religiosas, acompañaron al Suntuosísimo Rosario de Faroles.

La noche se fue apoderando de la ciudad y el momento álgido se produjo en la Plaza de la Paz, donde tras llegar los faroles y la imagen de María de la Vega, se apagaron las luces y se cantó la Salve a la Virgen, para retornar de nuevo hasta el templo de la patrona de Haro.

Esta procesión es la tercera de este tipo más antigua de España y está declarada Fiesta de Interés Turístico Regional. No sólo las autoridades locales y regionales estuvieron presentes en el acto, sino que también peñas y asociaciones de la ciudad portaron los faroles, en señal de respeto por una tradición que cada año se concentren centenares de personas.